jueves, 4 de noviembre de 2010

Primera Feria de Emprendedores en Guaymango y Jujutla


El Grafitti es uno de los talleres que ACRA desarrollo en la zona de Guaymango y Jujutla. Foto Diario Co Latino/Eugenio Castro



Redacción Diario Co Latino

Cientos de jóvenes participaron en el Festival Juvenil que se celebró en Guaymango, en el que se pudo vivir un verdadero espíritu emprendedor, y fueron los jóvenes, los principales actores de todos los eventos que se desarrollaron durante la jornada.

El Festival fue una iniciativa de la Asociación de Cooperación Rural para África y América Latina (ACRA) que está implementando el proyecto “Participación Ciudadana y Acceso de Empleo de Jóvenes” en los municipios de Guaymango y Jujutla.

Son al menos unos 75 jóvenes microempresarios los que están involucrados directamente con el proyecto, quienes invitaron a otros jóvenes de distintas redes e instituciones.

En el esfuerzo se vieron involucrados jóvenes de Costa Rica, Honduras, Guatemala y Nicaragua; así como organizaciones no gubernamentales como OIKOS, FUNDESYRAM, FUNSALPRODESE, UCA, patrocinados por la Unión Europea.

La feria, según sus organizadores, es para que los jóvenes demuestren sus talentos y capacidades como “una alternativa a la situación de violencia, y más importante aún, de la pobreza”.

En ese marco, ACRA ha creado redes juveniles que trabajan conjuntamente por darle protagonismo a la población misma, con proyectos ejecutados por ellos mismos.

“Hoy con la crisis económica que estamos viviendo en nuestro El Salvador estamos viendo de
que manera podemos poner de nuestra parte para así lograr un futuro mejor, como jóvenes no queremos involucrarnos a grupos delincuenciales, sino buscar un empleo y obtener mejores soluciones con nuestros trabajos”, expresa entusiasmado uno de los participantes que prefirió no dar su nombre.

Los niños fueron protagonistas del evento para reducir los índices de violencia mediante actividades proactivas. Foto Diario Co Latino/Eugenio Castro


Para Wilfredo Fuentes, de la Red Juvenil “Torogoz” de Jujutla y Guaymango, es impactante saber que pese a ser originarios de municipios con bajo desarrollo económico y tipificados en la categoría de “pobreza extrema severa” están demostrando que no hay límites para ser capaces de impulsar el desarrollo en sus comunidades.

“A pesar de ser de municipios pobres, sabemos que tenemos derechos y queremos salir adelante. Nosotros somos los dos municipios que estamos trabajando en las políticas municipales que van a ser reconocidas como las primeras dos a nivel nacional”, dijo.

Algunas de las actividades incluidas en la actividad son talleres de cerámica, pintura con añil, graffiti, danza, música andina y batucadas. También se han creado microempresas de servicios y de productos agropecuarios que funcionan dentro de la comunidad para llevar desarrollo en el sentido técnico.




Paolo Fattori, coordinador de ACRA en El Salvador, comenta que la idea del festival era crear un día exclusivamente para los jóvenes por lo que se trabajo con todas las demás instituciones involucradas para fomentar la capacidad de organización en la juventud de estos dos municipios.

Sostiene además que el objetivo común en la coordinación de este proyecto es crear y potenciar la ciudadanía activa de los jóvenes, la cual implica tener liderazgo en la organización desde el punto de vista humano, político, artístico, cultural y de sus derechos.

Apostarle a estos aspectos resulta de suma importancia, afirma Fattori, porque en El Salvador impera un ambiente de exclusión social, de desempleo y de violencia que de una u otra manera ahoga las expectativas de futuro y superación en la juventud.

El problema de la violencia y el involucramiento de la juventud se da también porque hay una ausencia de apoyo moral de la sociedad y la familia, aunado a una falta de visión de desarrollo comunitario.

Aunque no toda la población joven de Guaymango y Jujutla participa en el proyecto, las expectativas de ACRA son de seguir creciendo y llevar su solidaridad y colaboración a toda aquellas familias que deseen superarse mediante el trabajo comunitario, el esfuerzo y superación personal.

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“Ningún pueblo de América Latina es débil, porque forma parte de una familia de doscientos millones de hermanos que padecen las mismas miserias, albergan los mismos sentimientos, tienen el mismo enemigo, sueñan todos un mismo mejor destino y cuentan con la solidaridad de todos los hombres y mujeres honrados del mundo entero.” (Segunda declaración de la Habana)


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