jueves, 11 de noviembre de 2010

FMLN conmemora a caídos y reitera compromiso por la transformación social






Iván Escobar
Gloria Silvia Orellana
Redacción Diario Co Latino 

El rojo y blanco de las flores, la milonga del fusilado, y los discursos de recuerdo y desafíos, formaron parte de la conmemoración de los militantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, caídos en la ofensiva de noviembre de 1989. 

Los discursos de Luis Merino, de parte de la Comisión Política del FMLN, la Parlamentaria Nidia Díaz, por la Secretaría de la Memoria Histórica, y del excomandante Chano Guevara, del sector de Veteranos de Guerra, exaltaron la entrega de los y las  combatientes miembros del FMLN. 

La dirigencia del ex frente guerrillero, ahora partido político y en el gobierno, reiteró el compromiso de transformar el país a una sociedad con justicia social.

Luis Merino, quien en la guerra se conoció como Ramiro Vásquez, dijo que “emociona estar junto al pueblo, ahora debemos enfilar nuestro trabajo junto a la sociedad y transformar el país”.

Mientras, la diputada por el PARLACEN, Nidia Díaz, señaló la necesidad de recuperar la memoria histórica y dignificar su lucha idealista.

“Este fue un hecho histórico (11 de noviembre), que cambió el curso de la historia y puso fin a una dictadura militar”, agregó.

“Ofensiva “hasta el tope” dio la pauta para la paz

Para esta fecha, la ex guerrilla salvadoreña impulsaba la ofensiva final “Hasta el tope”, que marcó para muchos el avance a una salida democrática a la guerra civil.

El 11 de noviembre de 1989, en las primeras horas de la noche, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), emprendió la mayor operación militar que culminó, el 16 de enero de 1992, con la firma de los Acuerdos de Paz, entre el FMLN y el gobierno de turno, que era presidido por Alfredo Cristiani, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).

Hoy, 21 años después de ese suceso histórico, el país ha avanzado de aquellos días de combates, bombardeos, atentados, entre otros hechos propios de la guerra civil que se vivía en ese entonces.

Dos décadas después de ese suceso, tanto el FMLN como militares retirados, que participaron en esos sucesos coinciden que la ofensiva fue la pauta para salir de las acciones bélicas y pasar a una solución negociada.

Rafael Benavides, ahora dirigente del FMLN y diputado al Parlamento Centroamericano (PARLACEN), dice que la ofensiva del 89´, “es un hito en el proceso de la historia del país. 

La ofensiva definió la naturaleza y finalización del conflicto armado”.

El político aseguró que fue un hecho “inédito en América Latina, una guerrilla sitió la ciudad capital, y se mantuvo por 10 días en la periferia de la ciudad demostrando que no éramos una fuerza militar débil”, indicó el legislador centroamericano.

Y añadió que con esto el FMLN “demostró a los Estados Unidos, ARENA y a la oligarquía de este país, que queríamos que se firmara la paz, que era el momento de sentarse y buscarle una solución negociado al conflicto”.

Sin embargo, recordó que la realidad en ese momento previo a la ofensiva era otra, ya que “la derecha se había empecinado en que la única salida debía ser la militar y no la negociación, con la ofensiva logramos el desmontaje de la dictadura”, recalcó. 

Al otro extremo, un coronel retirado de la Fuerza Armada, y que ha pedido el anonimato, comparte estas ideas y aunque recuerda que durante la ofensiva él no tuvo mucho actividad, por estar destacado en el oriental departamento de La Unión, cree que la ofensiva fue un punto de partida hacia la paz.

Para el militar retirado, los hechos geopolíticos de la época, como la caída del Muro de Berlín, el desmontaje de la URSS, y la falta de un rival fuerte en el mundo para los Estados Unidos, fueron elementos a tomar en cuenta; que se unieron a la lucha armada de la exguerrilla salvadoreña, que ese año intensificó su accionar.

Este militar recordó, por ejemplo, que en la zona oriental, no se tenía mayor información sobre los hechos, ya que el accionar defensivo se había limitado al área de la capital. 

“A nivel de todo se sabía de un nivel de alerta en la capital, en oriente y otras ciudades no era muy claro el panorama. 

La reacción fue dada la envergadura, siempre supimos que el FMLN pretendía apoderarse de la ciudad de San Miguel, con la ofensiva era todo lo contrario, ahí se salió de lo usual. La ofensiva marcó el alto del conflicto. Nosotros como actores internos, en el fondo vimos que se dio la oportunidad de ponerle un alto a las actividades bélicas y buscarle una salida por la vía política”, reafirmó el militar.

21 años después de esos acontecimientos, considera que “a la larga ellos (FMLN) vieron la oportunidad de ponerle fin a esta situación. Las acciones armadas siempre son parte importante de una decisión política, no derrota de fuerzas, pero sí lograr una especie de equilibrio para lograr un diálogo, a Estados Unidos al final se le facilitó para lograr un fin al conflicto”.

Ambos actores del conflicto coinciden que la ofensiva dio pautas, para el encuentro de la paz. 
Y el militar retirado añade que “si bien se logró la paz, a veces en el fondo esa reconciliación está un poco lejos, aun hace falta mucho trabajo para sentir ese clima de reconciliación”, precisó. 

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“Ningún pueblo de América Latina es débil, porque forma parte de una familia de doscientos millones de hermanos que padecen las mismas miserias, albergan los mismos sentimientos, tienen el mismo enemigo, sueñan todos un mismo mejor destino y cuentan con la solidaridad de todos los hombres y mujeres honrados del mundo entero.” (Segunda declaración de la Habana)


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