El presidente interino de Túnez, Fued Mebaza, anunció este jueves que el próximo 24 de julio se realizarán elecciones en ese país con el fin de escoger una Asamblea Constituyente, que tendrá como rol principal la redacción de una nueva Constitución Nacional.
La información fue dada a conocer en un discurso televisado, donde Mebaza, quien asumió el cargo tras la renuncia del presidente Zine el Abidine Ben Alí el pasado 14 de enero, confirmó que continuará como presidente interino del país hasta los próximos comicios.
El pasado domingo, el ex ministro de Túnez Beji Caid Esebsi fue nombrado por Mebaza como nuevo primer ministro. El cargo antes lo poseía Mohamed Ghanuchi, cuya renuncia fue presentada 48 horas después de las masivas manifestaciones realizadas en ese país africano y que dejaron un saldo de cinco muertos.
"He propuesto a Beji Caid Esebsi el cargo de primer ministro, una responsabilidad que él ha aceptado", dijo Mebaza a varios medios locales.
Desde que Mebaza asumió el poder, ha estado prometiendo elecciones "a más tardar a mediados de julio". Los medios locales afirmaron que esta promesa se hacía como medida para aplacar las intensas manifestaciones que en ese país llevan más de dos meses exigiendo mejoras en la calidad de vida y en los servicios básicos.
Las protestas en Túnez comenzaron a mediados de diciembre pasado, cuando el joven Mohamed Bouazizi, un licenciado en informática de 26 años, se inmoló frente a un edificio gubernamental de Sidi Bouzid (una ciudad a 210 kilómetros al suroeste de Túnez) como medida extrema de protesta frente a la falta de empleo.
Bouazizi tuvo que reconvertirse en vendedor ambulante porque no conseguía trabajo. A mediados de diciembre, la policía de la ciudad de Sidi Bouzid, donde vivía, le confiscó las frutas y legumbres que vendía en la calle porque al parecer “no tenía permiso” para comercializarlas.
Tras el hecho, Mohamed Bouazizi, se roció con combustible y se prendió fuego. Posteriormente murió en un hospital de la ciudad por las graves quemaduras.
La muerte del joven conmocionó al país y desató una oleada de protestas por la falta de empleos y el aumento de los precios en alimentos y carburantes que terminó desembocando en la renuncia de Ben Alí.
Según las fuentes oficiales, al menos 234 personas murieron en Túnez y otras 510 quedaron heridas tras las intensas protestas.
Entre los fallecidos figuran ocho policías y 74 detenidos que murieron en las cárceles.
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