Iván Escobar
Redacción Diario Co Latino
Las tardes de viernes en la Plaza Cívica, en el corazón de esta capital, han pasado de ser pasivos y de simple rendición de cuentas de parte de los diputados que integran la bancada legislativa del FMLN, ante la población, se han convertido en verdaderas batallas de sonido, cantos y hasta insultos.
Durante tres semanas consecutivas la Alcaldía de San Salvador ha otorgado permisos a las iglesias evangélicas, desde las 4 de la tarde hasta las 8 de la noche, a la misma hora que el FMLN desarrolla su Tribuna Legislativa cada viernes.
La primera semana, un pastor evangélico con un grupo de feligreses predicaba en medio de los preparativos para iniciar la actividad política de este instituto político. Pero ayer viernes la presencia de evangélicos era evidentemente superior, una tarima grande al sur de la plaza, resguardaba un grupo musical y las prédicas a todo volumen. Los feligreses eran muchos, estaban sentados sobre tarimas de madera que ocupaban más de un cuarto de espacio de la plaza.
El FMLN está convencido que son “provocaciones” de parte del alcalde arenero Norman Quijano, que desde su llegada a la comuna ha intentado frenar esta actividad del partido de izquierda que impulsa desde 2004, y que fundara el líder histórico Schafik Handal.
Orestes Ortez, diputado del FMLN y los simpatizantes y empleados de la bancada de izquierda, se habían movido este viernes del tradicional lugar donde se desarrolla la Tribuna cada viernes, es decir, habían pasado del centro al costado norte, frente a la Catedral. La razón el sonido estridente de los parlantes de la iglesia evangélica que se congregó.
El diputado reconoció que son signos de provocación. “¿Cómo vamos a responder? Haciendo siempre la Tribuna, pero fundamentalmente trabajando para sacar a Norman Quijano de la Alcaldía, porque esa es la medicina”.
“Vamos a seguir trabajando en eso, esto lo vamos a dar a conocer, porque ya es una política, al comienzo él no sacó las garras como las ha sacado hoy, al grado de pretender que se genere aquí un conflicto de relación y el partido no va a meterse con dificultades con los evangélicos, el partido lo que va a hacer es sacar a Quijano de la Alcaldía”.
El legislador de izquierda precisó que el accionar del alcalde de derecha, “expresa la debilidad, en la medida en que nos acercamos a la contienda electoral de 2012, ARENA siente temor y obviamente la Tribuna es un símbolo de la democracia en la capital salvadoreña”.
El político de izquierda opinó que el alcalde Quijano “lo que está mostrando es su escasa capacidad de tolerancia y busca una obstaculización instrumentalizando a los hermanos creyentes evangélicos, al situarlos con un permiso de 4 de la tarde a 8 de la noche, para bloquear. Nosotros tenemos un expediente largo de relación con la iglesia protestante, somos respetuosos del culto; pero creemos que él los está instrumentalizando a efecto de que el espacio de la Tribuna se vaya debilitando”.
Al final la jornada se desarrolló como todas la semanas, con la diferencia de que en el lugar el sonido estridente de parlantes, gritos del pastor evangélico y música era mayor al de otros viernes. La multitud en la plaza no dejaba de robar una que otra mirada a los transeúntes o pasajeros de unidades del servicio público. Los diputados Guillermo Mata y Orestes Ortez, rindieron su informe como estaba previsto. Muchos asistentes se mostraron molestos, por el bullicio de los evangélicos.
Un fideicomiso para garantizar desarrollo
Ortez durante su informe destacó la aprobación del fideicomiso para que las municipalidades del país, puedan cancelar sus deudas, que no permiten el desarrollo de las comunidades.
“Este es un paso importante porque en un primer momento se logrará la reestructuración de la deuda, es un instrumento que puede servir al Ejecutivo para captar fondos y emprendimiento de los municipios que contribuyan al desarrollo local. La carga financiera actual de todos los municipios endeudados es de $54 millones, con la reestructuración y si se acoge la mayoría (de alcaldías) pasará esta carga a ser de $26 millones, es decir un ahorro conjunto de $27 millones”, explicó.
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