El ex ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, confirmó este martes que el otrora embajador de Estados Unidos (EE.UU.) en su país, Philip Goldberg, trabajaba como espía para la Agencia Antidrogas y para la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés).
"Goldberg estaba cumpliendo el mandato de las agencias de seguridad de Estados Unidos, la CIA y DEA, con la intención de derribar a nuestro Gobierno, por lo que él tendrá que explicar las articulaciones políticas con comités cívicos, con ciertos gobernadores del país. Goldberg era el ejecutivo máximo del complot y golpe de Estado en el país, lo cual se ha denunciado en su momento".
Quintana, quien se desempeña como director de la Agencia para el Desarrollo de las Macro regiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), denunció a Goldberg de querer atentar contra el Gobierno del presidente Evo Morales.
En una entrevista telefónica con el medio Educación Radiofónica de Bolivia (Erbol), el director de Ademaf, aseguró que las sedes diplomáticas estadounidenses "son estructuras de control, espionaje, gerencia, para someter a movimientos sociales" de América Latina.
Juan Ramón Quintana recordó que previo al Gobierno de Morales, los actores políticos de su país actuaban tal como se les dirigía desde la misión diplomática de EE.UU.
"Cada día está cayendo ese manto de impunidad, ignorancia, esta cortina de humo que envolvió el simulacro democrático de la mayor potencia del mundo. La conclusión de esta supuesta democracia era una política de poder del miedo, del chantaje y soborno", agregó.
La denuncia coincide con la revelación de más de 250 mil documentos secretos del Gobierno de Washington sobre la guerra en países de Asia puesto en evidencia por el portal de Internet Wikileaks.
En la información del sitio Web, trascienden unas 274 oficinas diplomáticas entre embajadas, consulados y misiones norteamericanas involucradas en espionaje.
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