martes, 12 de octubre de 2010

Avances en salud y educación son tan determinantes que a Arena le duelen

Algunos no logran superar todas las barreras responsables de la inmadurez política. Caen en la ridiculez aquellos señalamientos infundados que sólo buscan sembrar confusión. Ante las acusaciones de que los médicos cubanos vendrán a suplantar a los de acá, nuestro Presidente, autoridades gubernamentales y varios políticos han dado cuenta de que no será así. Sin embargo, Arena sigue enconchado. Ahora duda de que lo mismo sucederá con Educación, que vendrán maestros cubanos a suplantar a los nuestros.

Por Sura’s Way


A muchos desconcierta el vaivén de contradicciones y negativas, que desde su derrota histórica mantiene el partido Arena, misma que es evidente, no logran superar. Lo peor es que mientras ellos mantienen la irreflexión, los salvadoreños tenemos que soportar una confabulación derivada de que los tricolores mantienen una complicidad mediática que les sirve para transmitir desinformación desde sus infortunios. La mentira de que los médicos cubanos vienen a sustituir a los salvadoreños sigue rebotando en los “grandes” medios de difusión.


Parece mentira que en temas tan importantes como la salud y la educación, por los que todos nos deberíamos contentar en cuanto avanzamos; aparezcan, como de costumbre, "los peros" areneros que no son más que excusas disonantes a partir de una inmadurez naciente en la ideologización. La subjetividad o imparcialidad que debería prevalecer en estos temas va más allá de intereses partidarios que al final, al enterarse de la verdad de las cosas, lo único que hacen es crear apatías hacia la clase política.


Las mejoras en los sistemas de salud y educación, no deberían molestar ni dolerle al partido Arena, como sucede, únicamente porque se dan en el tiempo de un gobierno al que consideran su “acérrimo enemigo”.


A estas alturas, los partidos políticos deberían acelerar su abandono a posiciones ermitañas que lo único que hacen es refundirlos con sus posiciones incoherentes a la política moderna. Claro que la cosa se complica si el partido mantiene a líderes como Alfredo Cristiani, que le dice no a la nueva era política, insistiendo con el discurso confrontativo.


Discurso del cual hace cómplices a las principales gremiales empresariales de El Salvador que resultan ser afines, por lo que como entidad se opusieron al viaje a Cuba. Sin embargo, a la vuelta dieron rienda suelta para que sus agremiados pudieran viajar. Todo parece indicar que comienzan a darse cuenta que el asocio público-privado es algo que se puede considerar, pero que en cualquier caso, debe estar presidido por una meticulosa rendición de cuentas.


Para Arena y su maquinaria mediática, ahora no únicamente será que los médicos cubanos vienen a suplantar a los de El Salvador si no que sucederá lo mismo con los maestros. El día de ayer, una delegación de diputados del tricolor, llegó al Ministerio de Educación a pedir copia del convenio en materia educativa, firmado entre los gobiernos de El Salvador y Cuba, porque, según ellos, en ese acuerdo podría estarse avalando la llegada de maestros cubanos a ocupar plazas de sus colegas salvadoreños. Incluso comentaron que podrían venir a adoctrinar.


Lo que se pueda lograr de los convenios firmados con Cuba; en salud, educación, cultura, deporte, tecnología, en lo que sea; conviene a El Salvador, y de eso no debe caber la menor duda. A pesar de la falta de reconocimiento internacional formal -premios y esas cosas-, generado por el bloqueo impuesto por los Estados Unidos; el avance de Cuba en cada una de esas aéreas es incuestionable. Por lo tanto, nos deja las de ganar.


Hoy, al tener por un lado la insistencia de Arena y por el otro, las aclaraciones por parte de las autoridades, de que no se sustituirá ninguna plaza; no queda más que exigir que presenten pruebas. Que nos muestren los areneros las listas de los médicos que aseguran, serán o ya han sido sustituidos por los cubanos y de ser posible, que declaren los despedidos a partir de ahora y por esa razón. Lo mismo con los señalamientos que van a comenzar a hacer con los maestros.


Exijamos se remitan a las pruebas y no sigan propagando desinformación. Que demuestren con hechos por qué no son buenos para El Salvador los cuatro convenios de colaboración que se firmaron en los rubros de salud, comercio, educación, cultura; y el compromiso de firmar seis más en los próximos dos meses, en sectores como transporte aéreo y marítimo, la prevención de desastres, ciencia y la tecnología.


Salud y educación son tan determinantes en los pueblos que todo partido político está obligado a comprometerse en ambos. Es por eso que no paran de escucharse de avances.


Como salvadoreño, tengo que ser justo en felicitar y agradecer a la otra parte de la derecha que no precisamente es distante de Arena, pero que sí, con mentalidad abierta, acompañaron a la delegación del Presidente Funes, empresarios y personalidades de gobierno. Me refiero a los dirigentes del resto de partidos políticos de derecha y por supuesto a Douglas Avilés, de Cambio Democrático.


Ahora resulta que han regresado maravillados de Cuba, su gente, sus sistemas, educativo y de salud. Han constatado que el mensaje venenoso que mantienen Arena y sus compinches, no son más que el resultado de riñas ideológicas. Palabras necias y llenas de odio de una ultraderecha que no desiste de actuar recalcitrantemente. Es una derecha que se ha estancado en el fango desde donde no logran trazar el rumbo correcto.


Arena sabe que los avances en salud y educación son determinantes para el quinquenio Mauricio Funes-FMLN, pues de ellos puede depender que se ganen las próximas elecciones. Son buenas noticias para El Salvador, sin embargo, a ellos les duele porque no ven más allá de sus propias narices, quieren ganar a toda consta. Únicamente piensan en hacer ver mal al gobierno actual, no importando que con ello se den color de recalcitrantes. Lo son al hacer señalamientos de que los médicos cubanos vienen a ocupar las plazas de los de El Salvador. Ya se los dije, presenten las listas.

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