Zoraya Urbina
Redacción Diario Co Latino
Las últimas lluvias ocasionaron daños en la construcción de la Represa El Chaparral, por la mala ejecución de la empresa Astaldi, “por eso se debe parar” dijeron representantes de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES).
De acuerdo a Ángel Ibarra, presidente de la entidad, una de las razones que el Presidente de la República, Mauricio Funes, dio para seguir con la represa fue que los trabajos ya habían empezado, en este contexto, ahora es el momento de detenerlos.
La empresa Astaldi no tomó las previsiones necesarias para la ejecución de la obra, lo que implica que no cumplió los términos de referencia, debido a esto, el Gobierno no está obligado a cumplir los compromisos de la licitación, aseguró. Señalan que las obras de construcción están detenidas ya que el río se inunda porque el túnel de desvío, se tapó.
Mauricio Sermeño, coordinador de la UNES, comentó que el 30 de mayo, el caudal del río creció de tal forma que con el agua que cayó, que fue de aproximadamente 60 millones de metros cúbicos, se pudo llenar el embalse si este hubiera estado construido.
La tormenta inundó la zona de trabajo en el lecho del río, ahí se levantaría la estructura de cemento para comenzar los trabajos de la loza de fundación de la represa. Parar las actividades implica un retraso en una obra que tiene 50 meses para terminarla.
De acuerdo a la UNES, representantes de ASTALDI dijeron que el avance actual es de 35%.
Asimismo, la empresa y la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) detectaron movimientos geológicos en una montaña al margen derecho de la represa, esto a consecuencia de la gran cantidad de lluvia.
En un comunicado, la UNES cita: “Es una masa de terreno de medio kilómetro por medio kilómetro donde se han percibido unos movimientos horizontales que han frenado las actividades de construcción”. Aseguraron que si el desborde hubiera sido en horas laborales, un gran porcentaje de los 700 obreros que construyen la represa podrían haber muerto.
Astaldi ya recibió un adelanto de 80 millones de dólares, pese a esto, pide más tiempo para la ejecución y un rediseño de la obra, lo que no está contemplado en los términos de referencia. La responsabilidad por tanto es de la empresa y no del Estado salvadoreño, señalan.
Aunque la cantidad de agua que cayó durante la tormenta Agatha fue considerable, no sobrepasa los registros estadísticos de la zona con respecto a años anteriores, esto refleja que la empresa no tomó previsiones suficientes.
La UNES afirma que la CEL aumenta los precios de la tarifa eléctrica para financiar El Chaparral. La obra es cara e innecesaria y amenaza la seguridad de los municipios aledaños y del río Torola.
Los representantes de UNES expresaron que no debía darse más tiempo a Astaldi para la construcción, pues hacerlo implicaría más corrupción, como funcionó en las administraciones anteriores, en este sentido, demandaron al Presidente Funes que suspenda definitivamente la construcción.
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