El cambio y las contradicciones marcan ritmos
Texto y foto Juan José Dalton
Concertar y establecer prioridades serán la forma nueva de gobernar, dijo uno de los principales colaboradores de Mauricio Funes
SAN SALVADOR – Si algo está marcando el ritmo en el momento que vivimos es el cambio que se acerca con el traspaso de poderes y las contradicciones que están aflorando en la sociedad, gracias también a este cambio. Cambio y contradicciones son categorías de un mismo fenómeno.
El cambio contempla el traspaso de poderes gubernamentales de un partido de derechas a un partido de izquierdas; la llegada al gobierno de personas con un pensamiento que tiene visiones que van desde liberales, socialdemócratas y revolucionarios socialista (como se llaman ahora los comunistas).
El nuevo presidente Mauricio Funes navega en esas tres aguas, aunque no tenga un ancla fija en ninguna de las tres ideologías; ello le da la ventaja de negociar con las tres líneas, que dicho sea de paso, no están totalmente delineadas ni delimitadas.
Para muestra un botón: cuando la fracción legislativa del Fmln no da sus votos en el parlamento a leyes como las del aborto o las de las bodas gay, se coloca igual de conservador y derechista que sus adversarios de Arena, al no poner por delante el derecho ciudadano igualitario, sino una posición doblemoralista con la finalidad de ganar simpatías en los sectores religiosos.
Y aquí viene una contradicción grande puesto que varios de los diputados del Fmln que se dicen seguidores de Cuba, parecen olvidar que en Cuba el aborto es legal y en estos momentos hay un gran debate a favor de los derechos gay, enarbolado por Mariela Castro, hija de Raúl Castro, el actual máximo líder del Partido Comunista Cubano (PCC).
Por el camino hay también otras muchas contradicciones entre el decir y el hacer de la izquierda actual, como por ejemplo, el derecho de la mujer, que sigue desequilibrado en sus filas, desbalance que se notará igualmente en el nuevo gabinete de gobierno.
O para el caso de la aprobación de nuevos créditos internacionales. El Fmln siempre se opuso a ello en la oposición, ahora como gobierno los aprueba y lo consigue en una negociación hecha entre cuatro personas: Antonio Saca y Alfredo Cristiani, por un lado, y Mauricio Funes y Medardo González, por el otro.
Bueno aquello porque el nuevo gobierno tendrá recursos; malo porque la deuda se ensanchará. La visión de Nación será llevar esos recursos a las áreas sociales y a la generación de empleos.
Cambios y contradicciones en Arena
¿Arena? Es otro generador de cambios y contradicciones. Recién ha dado a conocer una nueva cúpula encabezada por Alfredo Cristiani, pero que tendrá una Comisión Política integrada por los ex presidentes, que es la que al final tomará la última palabra. ¿Bueno o malo? No lo sabemos aún.
El cambio de Arena tras su derrota no estuvo bien para nada, comenzando por impulsar a Ciro Cruz como presidente de la Asamblea Legislativa, creemos que fue un tiro que al final le podrá salir por la culata.
Sin embargo, la negociación por los créditos y sobre todo por el nivel en que se dio, se puede presumir que El Salvador ha entrado en una etapa de negociaciones estratégicas que serán fundamentales para darle sostenibilidad a la democracia local.
El cambio en el que se verá sumergido Arena puede servirle de oportunidad para su refundación. Sus orígenes extremistas aún pesan, pero se acentuaban estando en el poder gubernamental. En la actualidad y en el futuro, desde la oposición, sus bases le exigirán democracia, transparencia y apertura.
Los retos
El Salvador debe enfrentar retos importantes, ya que Arena en 20 años lo que hizo fue tratar de ocultarlos debajo de la alfombra. Retos en el sistema de justicia; retos en el sistema de seguridad; Abandono del agro y la industria; Migración, Medio Ambiente.
“El Salvador ¡impresionate!”, no fue la mejor consigna ni para turismo ni para el país. Fue errada, falsa, mentirosa, desde todo punto de vistas ético y moral.
Pero el cambio en El Salvador, después de cinco años si podrá ser ¡Impresionante! Habrá que darle la oportunidad al nuevo gobierno de cumplir con sus promesas de campaña.
Alex Segovia, uno de los más cercanos colaboradores de Mauricio Funes, en una entrevista dijo a ContraPunto que el presidente electo implementará dos cambios importantes y fundamentales en el quehacer político nacional: “El primero es un cambio en la forma de gobernar. Una cosa que he criticado muchísimo en los gobiernos de ARENA es la forma autoritaria de hacer políticas públicas. Esa forma en la que no se consulta con la gente ni con los sectores afectados; al final las medidas de imponen. Lo segundo es establecer las prioridades. Para quién gobernar. Mauricio creo que ha sido contundente en decir que va a gobernar para todos los salvadoreños. Ha dicho que a los únicos a los que hay que darles una opción preferencial son a los sectores más pobres y marginados”.
Esperemos que ello se cumpla. Funes tendrá cinco años para hacerlo...
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