
Compartiendo un importante, descriptivo y reflexivo articulo!!
ALAI, América Latina en Movimiento
2009-03-23
Clasificado en: | Política: Politica, Elecciones, Militar, Partidos, | |
Disponible en: | Español |
El Salvador
De la guerrilla al gobierno
Javier Diez CansecoHace más de 17 años, el 1º de febrero de 1992, una Plaza Cívica donde no cabía un alfiler recibía a la Comandancia del FMLN, la guerrilla salvadoreña. Se firmó –en ceremonia a la que asistí– los Acuerdos de Paz negociados hasta las 12 am del 31 de diciembre de 1991 (terminaba la SG de la ONU de Pérez de Cuéllar) con anexos y precisiones suscritas en el Castillo de Chapultepec, en México, el 13 de enero del 92. Los principales comandantes guerrilleros caminaban a cara descubierta por el centro de San Salvador para hablarle a una enorme masa hambrienta de justicia y paz. Saludaron a algunos dirigentes latinoamericanos y hablaron las cabezas de las 5 organizaciones que conformaban el FMLN, entre ellos, el comandante de las FPL, “Leonel”, Salvador Sánchez Ceren, actual vicepresidente electo junto al presidente Funes.
Una trabajosa negociación había concluido luego de que, tanto el Pentágono y el régimen salvadoreño, por un lado, como la guerrilla, por otro, concluyeran que el conflicto no tenía salida militar sino política. Dos ofensivas en las que el FMLN había ocupado barrios centrales de la capital y la existencia de una gran red de fuerzas sociales organizadas habían sido expresión de fuerza contundente pero no suficiente. Concluían más de 20 años de guerra provocados por el abuso, el golpismo y el fraude de una derecha cavernícola que negaba los más elementales derechos políticos a la mayoría de salvadoreños. Dejó miles de muertos –incluyendo la inolvidable figura de Monseñor Romero, asesinado por los “paramilitares” de D’aubison, el fundador de ARENA–, aunque los graves problemas económicos, políticos y sociales que alentaron el conflicto quedaban –en gran parte– pendientes de resolución.
La negociación de paz se centró en variar las condiciones políticas y de derechos humanos en El Salvador. Permitió que el FMLN se convierta en un partido político para competir políticamente. Se apartó de las FFAA a cabezas comprometidas con delitos de lesa humanidad y se constituyó una nueva Policía Nacional Civil (con presencia de ex guerrilleros). Se abrió una fase de lucha política.
Se conquistaron algunas reformas en la Constitución, promulgadas por un Congreso de derecha, vinculadas a condiciones políticas. Este fue el centro de las negociaciones entre el FMLN y la derecha salvadoreña sustentada por el Pentágono (que gastó casi US$1 millón diarios en la guerra), no las reformas económicas y sociales que el FMLN aspiraba a alcanzar con su actividad política –ya no militar– futura. Tomó 17 años y 4 elecciones, desde ese febrero del 92, batallar contra sucesivos gobiernos de derecha –aglutinada bajo la dirección de ARENA– para que el FMLN ganara las elecciones el 15 de marzo. Se abre ahora el camino del cambio desde el gobierno de Mauricio Funes y Salvador Sánchez Ceren, que toma posesión el 1º de junio.
Las elecciones batieron récord: unos 2’631,000 de votantes (el voto no es obligatorio). 63% de la población registrada contra un 54% de participantes en las elecciones parlamentarias y municipales de enero. El FMLN obtuvo un 51.5% de votos, superando por cerca de 70,000 votos al candidato de ARENA, el ex jefe de la Policía.
El triunfo fue precedido por una campaña sucia como ninguna y maniobras de fraude como negar el padrón electoral a los partidos. Una auditoría de la OEA descubrió más de 100,000 muertos no depurados y cantidades superiores de inscritos sin dirección física. Pero el día de la elección, múltiples hechos anunciaban la victoria del FMLN, incluyendo el voto de personeros de ARENA, en algunas mesas, por el FMLN. Al conocerse el conteo, decenas de miles de salvadoreños salieron a celebrar, mientras ni el candidato oficialista ni el gobierno hacían el elemental gesto de saludar abiertamente al triunfador. El aire se cortaba con un cuchillo.
Funes, presidente electo, se proclamó como tal y anunció que iniciará un gobierno para todos los salvadoreños, con transparencia y control ciudadano, buscando construir una sociedad de justicia y que atienda a los más pobres y afectados por la crisis. Mientras, en el campo de la derecha, el impacto de la derrota se dejaba sentir: demandas de renuncia a la dirección de ARENA, una saludable división entre empresarios decididos a boicotear a Funes y otros dispuestos a cooperar y a trabajar por el país, un proceso en el que los partidos de derecha y centro derecha aliados a la candidatura de ARENA comienzan a plantearse recuperar su independencia y terminar con la bota que los ha sometido por décadas, según afirman. Entre ellos, el Partido de Conciliación Nacional –fiel de la balanza en el nuevo Congreso a instalarse en unas semanas–, que busca intensamente relaciones con el FMLN que abriría paso a una nueva situación.
La principal base política de los halcones norteamericanos en Centroamérica se ha derrumbado. Ello implica un cambio geopolítico muy importante, más aún en época de crisis, en que las aventuras militaristas imperiales no pueden obviarse entre las alternativas posibles en su lucha por mercados y recursos naturales, por mantener o ampliar áreas de influencia. No hay duda: una nueva era está en curso en América Latina en medio de esta crisis que es, también, una extraordinaria oportunidad de cambio.
La República, 23 de marzo de 2009.-
Este otro articulo me parece interesante y relacionado con el evento proximo la “famosa” Cumbre de las Américas que tendrá lugar los días 17, 18 y 19 en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago:
ALAI, América Latina en Movimiento
2009-04-04
Clasificado en: | Política: Politica, Internacional: Internacional, | |
Disponible en: | Español |
Por qué se excluye a Cuba?
Fidel Castro
En horas del mediodía de ayer viernes 3 de abril, sostuve un encuentro de casi dos horas con Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
Como le expliqué por carta enviada a Daniel por la tarde, quedé gratamente impresionado del encuentro. Le agradecí la oportunidad que tuve de conocer detalles de su lucha en Nicaragua.
Le expresé tristeza por los cuadros que fallaron y recordé a Tomás Borge, Bayardo, Jaime Wheelock, Miguel D´Escoto y otros que se mantuvieron fieles a los sueños de Sandino y a las ideas revolucionarias que el Frente Sandinista llevó a Nicaragua.
Le rogué me enviara noticias con la mayor frecuencia posible para conocer las vicisitudes de un pequeño país del Tercer Mundo frente a las ambiciones insaciables del G-7.
A Rosario le envié un ejemplar del libro “Geología de Cuba para todos” que recibí hace tres días, una maravillosa biografía de la naturaleza de nuestra isla a través de cientos de millones de años, ilustrado con bellas imágenes y fotografías, escrito por 12 científicos cubanos, que junto a sus narraciones y análisis constituye una joya literaria. Se lo mostré y le había interesado mucho.
Con Daniel conversé largamente sobre la “famosa” Cumbre de las Américas que tendrá lugar los días 17, 18 y 19 en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago.
Esas cumbres tienen su historia y por cierto bastante tenebrosa. La primera se realizó en Miami, capital de la contrarrevolución, el bloqueo y la guerra sucia contra Cuba. Esa cumbre se efectuó durante los días 9, 10 y 11 de diciembre de 1994. Fue convocada por Bill Clinton, electo presidente de Estados Unidos en noviembre de 1992.
La URSS se había derrumbado y nuestro país estaba en pleno período especial. Se descontaba la caída del socialismo en nuestra patria como ocurrió en Europa Oriental primero y después en la propia Unión Soviética.
Los contrarrevolucionarios preparaban sus maletas para regresar victoriosos a Cuba. Bush padre había perdido las elecciones, como consecuencia sobre todo de la aventura guerrerista en Irak. Clinton se preparaba para la era post-Cuba revolucionaria en América Latina. El Consenso de Washington tenía plena vigencia.
La guerra sucia contra Cuba estaba a punto de concluir exitosamente. La Guerra Fría terminaba con la victoria de Occidente y una nueva era se abría para el mundo.
A la Cumbre de Miami, en 1994, acudieron entusiastas los Presidentes de Sur y Centroamérica alentados por la invitación de Clinton.
El presidente de Argentina Carlos Ménem, encabezaba la lista de Presidentes suramericanos que acudirían a la cita, seguidos por Lacalle el vecino derechista de Uruguay, Eduardo Frei de la Democracia Cristiana de Chile, el boliviano Sánchez de Lozada, Fujimori de Perú, Rafael Caldera de Venezuela. Nada extraño tenía que arrastraran a Itamar Franco y Fernando Enrique Cardoso, sucesor suyo a la presidencia, Samper de Colombia y Sixto Durán de Ecuador.
La lista de asistentes a Miami por Centroamérica era encabezada por Calderón Sol, del partido ARENA en El Salvador y Violeta Chamorro que, en virtud de la guerra sucia antisandinista, había sido impuesta por Reagan y Bush padre en Nicaragua.
Ernesto Zedillo representaba a México en la Cumbre de Miami.
Detrás de la misma había un objetivo estratégico: el sueño imperialista de un acuerdo de libre comercio desde Canadá hasta la Patagonia.
Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, no había aparecido todavía en las cumbres hasta la del 2001 en Québec. Tampoco George W. Bush con su tenebroso papel en la esfera internacional.
Quiso la historia que nuestro Héroe Nacional y paladín de la independencia de Cuba, José Martí, conociera la primera gran crisis económica del capitalismo en Estados Unidos que duró hasta 1893. Comprendía que la unión económica con Estados Unidos significaría el fin de la independencia y la cultura de los pueblos de Latinoamérica.
En mayo de 1888, el Presidente de Estados Unidos había enviado a los pueblos de América y el Reino de Hawaii en el Pacífico una invitación del Senado y la Cámara de Representantes de ese país, a una conferencia internacional en Washington para estudiar entre otras cosas “la adopción por cada uno de los gobiernos de una moneda común de plata, que sea de uso forzoso en las transacciones comerciales recíprocas de los ciudadanos de todos los Estados de América”.
Sin duda los miembros del Congreso tienen que haber estudiado bien las consecuencias de aquellas medidas.
Casi dos años después la Conferencia Internacional Americana, de la que eran parte los Estados Unidos, recomendó que se estableciese una unión monetaria internacional y que, como base de esta unión, se acuñasen una o más monedas que pudieran usarse en los países representados.
Finalmente, después de un mes de prórroga, como cuenta el propio Martí, en la Comisión Monetaria Internacional, la delegación de los Estados Unidos declaró, en marzo de 1891, que “era un sueño fascinador que no podía intentarse sin el avenimiento de los demás países del globo”. Recomendó también usar oro y plata en las monedas que se acuñaran.
Era una premonición de lo que ocurriría 55 años después cuando en Bretton Woods le concedieron el privilegio de emitir en papel moneda la divisa internacional, usar el oro y la plata.
Aquel hecho sin embargo dio lugar a que Martí elaborara el análisis político y económico más impresionante que he leído en mi vida, publicado en la Revista Ilustrada de Nueva York, el mes de mayo de 1891, en el que se oponía resueltamente a la idea.
Durante el encuentro con Daniel, él me entregó gran número de párrafos que se discuten sobre la declaración final de la próxima cumbre en Puerto España.
La OEA dicta pautas como secretaria permanente de la Cumbre de las Américas: es el papel que le asignó Bush. Contiene 100 párrafos, parece que la institución gusta de los números redondos para dorar la píldora y darle más fuerza al documento. Un epígrafe por cada una de las 100 mejores poesías de la hermosa lengua.
Había por cierto gran número de conceptos inadmisibles. Será una prueba de fuego para los pueblos del Caribe y América Latina. ¿Es acaso un retroceso? ¿Bloqueo y además exclusión después de 50 años de resistencia?
¿Quién cargará con esas responsabilidades? ¿Quiénes exigen ahora nuestra exclusión? ¿Acaso no se comprende que los tiempos de los acuerdos excluyentes contra nuestro pueblo han quedado muy atrás? Habrá importantes reservas en esa declaración suscrita por jefes de Estado para que se comprenda que a pesar de las modificaciones alcanzadas en duras discusiones, existen ideas que son para ellos inaceptables.
Cuba siempre mostró su disposición en las nuevas circunstancias a ofrecer el máximo de cooperación a las actividades diplomáticas de los países de América Latina y el Caribe. Lo conocen bien quienes deben conocerlo pero no se nos puede pedir guardar silencio ante concesiones innecesarias e inadmisibles.
¡Hasta las piedras hablarán!
Fidel Castro Ruz
Abril 4 de 2009
(Tomado de Cubadebate)
Saludos cordiales!!
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Ricardo Calderé
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