La cifra de muertes a consecuencia de las fuertes lluvias en el brasileño estado de Río de Janeiro (sureste) asciende a 513, según el más reciente informe de las autoridades del país suramericano, quienes han alertado sobre el posible aumento del número de víctimas por las inundaciones y deslizamientos de tierra.
Este último balance detalla que 228 víctimas fatales se han registrado en la ciudad de Teresópolis, 225 en Nueva Friburgo, 39 en Petrópolis y 19 en Sumidouro.Asimismo, se detalló que las lluvias provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones que sepultaron numerosas viviendas construidas en las faldas de las montañas en Río de Janeiro.Según Defensa Civil de Brasil, además de las víctimas mortales, la tragedia ha dejado unas 10 mil personas sin vivienda y un número aún no precisado de desaparecidos.Las autoridades manifestaron su preocupación debido a la previsión meteorológica que señala que las lluvias proseguirán en los próximos días, aunque sin la intensidad del temporal que castigó a Río de Janeiro entre los pasados días martes y miércoles."Lo que nos está angustiando son las próximas horas y días, ya que hay previsión de más lluvias. El problema, además, no se resume a esos cuatro municipios, hay otros que también sufrieron por las lluvias y áreas aún con riesgo de deslizamientos", afirmó el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral.El gobernador aseguró que las autoridades municipales en la Región Serrana de Río de Janeiro “han sido muy permisivas” con la construcción de viviendas durante las últimas décadas en áreas montañosas, consideradas como de alto riesgo.Cabral informó que se están poniendo a disposición los recursos necesarios para reconstruir los municipios del estado de Río de Janiero que son importantes para el turismo y que se han visto afectados a consecuencia de las lluvias.
Estos municipios “están sufriendo debido a las fuerzas de la naturaleza, combinadas con la construcción irregular”, manifestó.La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sobrevoló el pasado jueves la zona de la catástrofe, donde manifestó que “en Brasil siempre se actuó con total negligencia hacia la parte más pobre de la población, que construye sus casas en las laderas de las sierras o a las orillas de los ríos”.Rousseff prometió ayuda por la suma de 780 millones de reales (462 millones de dólares aproximadamente) para atender la emergencia, tras señalar que a ésta le seguirán otras medidas para tratar la situación.De acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), citadas este viernes por la prensa brasileña, por el número de muertes registradas esta semana, esta situación en el sureste de Brasil ha sido considerada como la segunda mayor tragedia natural en la historia de la nación suramericana, apenas superada por la vivida durante las inundaciones de enero de 1967, cuando las víctimas mortales llegaron a 785.
Sao Paulo y Minas Gerais también son afectados
En el vecino estado de Sao Paulo, el último balance dado por las autoridades brasileñas señaló que 13 personas perdieron la vida a causa de inundaciones.
La crecida del río Tieté inundó algunos tramos de la principal carretera de circunvalación de ese estado, lo que causó una situación de caos en la circulación y retenciones de tráfico en la región metropolitana, habitada por veinte millones de personas.Entre tanto en el estado de Minas Gerais las autoridades anunciaron que han ocurrido al menos 37 decesos
teleSUR-Efe-Correoperú/kg-MFD
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