
Un hombre ondea una bandera de Honduras durante una marcha en demanda de la restitución en el poder de Zelaya. Foto Afp.
Redacción/Granma/Afp
Después de haber sido perseguida ella y su familia, la Primera Dama de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, encabezó este martes en Tegucigalpa una manifestación multitudinaria en favor de la democracia, contra el golpe de Estado y por la restitución del presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya.
Durante su discurso ante la población en resistencia pacífica, Xiomara expresó su solidaridad al pueblo hondureño y a los familiares de las víctimas del régimen dictatorial golpista que se ha instaurado en ese país tras el golpe de Estado.
Asimismo, llamó al pueblo a seguir luchando, a no tener miedo, «porque lo que estamos haciendo es justo. Debemos seguir expresándonos, porque todos somos iguales ante un pequeño grupo que se impone a la fuerza».
Por otra parte, Xiomara Castro de Zelaya aseveró que a partir de este martes acompañará ininterrumpidamente «todos los esfuerzos que se realicen por la paz, para que se pueda permitir que la gente pueda ser consultada, pueda expresarse».
La esposa del Presidente constitucional de Honduras se encontraba en la clandestinidad hasta el lunes por seguridad personal. Sin embargo, este martes en sus palabras hacia la multitud congregada en apoyo a su esposo, precisó que no podía seguir refugiándose porque su vida corría peligro, mientras «había hombres y mujeres que estaban dando el pecho, estaban dando su vida por esta causa (...) yo no podía quedarme callada en esta lucha, y mucho más cuando creo en ella».
Xiomara Castro criticó el cerco mediático que se mantiene en Honduras, aunque los golpistas insistan en que hay libertad de expresión, así como continúan las persecuciones al pueblo y a periodistas.
La esposa del mandatario hondureño adelantó que éste podría intentar regresar esta misma semana.
«Mel puede regresar entre miércoles y jueves a pesar del peligro que pueda correr su vida», aseguró Castro.
Costa Rica mediará en el conflicto hondureño
La crisis hondureña parece haber encontrado la posibilidad de una salida con la mediación del presidente costarricense, Óscar Arias, que logró convocar en San José, este miércoles, a los golpistas y al mandatario constitucional.
Arias, quien ganó el premio Nobel de paz en 1987, por sus gestiones para pacificar Centroamérica, celebró que exista «voluntad de ambas partes en buscar una solución negociada», a pocas horas de iniciar su papel de mediador entre el depuesto Presidente Manuel Zelaya y el gobernante de facto, Roberto Micheletti, en una iniciativa avalada por Estados Unidos.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien se reunió el martes con Zelaya, en Washington, dijo que espera «que las partes pongan todo sobre la mesa, de manera que alcancemos una solución pacífica».
Arias anticipó que las conversaciones se prolongarán por lo menos dos días en su casa en San José y que la agenda del encuentro abordará «todos los temas que dividen a las dos partes en Honduras».
Sin embargo, la negociación no se anticipa fácil, pues tanto Zelaya como Micheletti han dicho que se mantienen firmes en sus posiciones.
Zelaya dijo desde Washington que no hay nada que negociar, salvo planificar «el restablecimiento del orden democrático y del presidente depuesto».
«No estamos haciendo una negociación, hay cosas que no son negociables, por ejemplo la restitución del sistema presidencial (...) mal haría su servidor, como presidente de Honduras, de ir a negociar, no voy a traicionar ni mis principios ni los principios del pueblo que está saliendo a la calle en Honduras», insistió.
Por su parte, Micheletti subrayó que negociar no significa que las nuevas autoridades hondureñas vayan a permitir el regreso de Zelaya al poder.
Redacción/Granma/Afp
Después de haber sido perseguida ella y su familia, la Primera Dama de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, encabezó este martes en Tegucigalpa una manifestación multitudinaria en favor de la democracia, contra el golpe de Estado y por la restitución del presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya.
Durante su discurso ante la población en resistencia pacífica, Xiomara expresó su solidaridad al pueblo hondureño y a los familiares de las víctimas del régimen dictatorial golpista que se ha instaurado en ese país tras el golpe de Estado.
Asimismo, llamó al pueblo a seguir luchando, a no tener miedo, «porque lo que estamos haciendo es justo. Debemos seguir expresándonos, porque todos somos iguales ante un pequeño grupo que se impone a la fuerza».
Por otra parte, Xiomara Castro de Zelaya aseveró que a partir de este martes acompañará ininterrumpidamente «todos los esfuerzos que se realicen por la paz, para que se pueda permitir que la gente pueda ser consultada, pueda expresarse».
La esposa del Presidente constitucional de Honduras se encontraba en la clandestinidad hasta el lunes por seguridad personal. Sin embargo, este martes en sus palabras hacia la multitud congregada en apoyo a su esposo, precisó que no podía seguir refugiándose porque su vida corría peligro, mientras «había hombres y mujeres que estaban dando el pecho, estaban dando su vida por esta causa (...) yo no podía quedarme callada en esta lucha, y mucho más cuando creo en ella».
Xiomara Castro criticó el cerco mediático que se mantiene en Honduras, aunque los golpistas insistan en que hay libertad de expresión, así como continúan las persecuciones al pueblo y a periodistas.
La esposa del mandatario hondureño adelantó que éste podría intentar regresar esta misma semana.
«Mel puede regresar entre miércoles y jueves a pesar del peligro que pueda correr su vida», aseguró Castro.
Costa Rica mediará en el conflicto hondureño
La crisis hondureña parece haber encontrado la posibilidad de una salida con la mediación del presidente costarricense, Óscar Arias, que logró convocar en San José, este miércoles, a los golpistas y al mandatario constitucional.
Arias, quien ganó el premio Nobel de paz en 1987, por sus gestiones para pacificar Centroamérica, celebró que exista «voluntad de ambas partes en buscar una solución negociada», a pocas horas de iniciar su papel de mediador entre el depuesto Presidente Manuel Zelaya y el gobernante de facto, Roberto Micheletti, en una iniciativa avalada por Estados Unidos.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien se reunió el martes con Zelaya, en Washington, dijo que espera «que las partes pongan todo sobre la mesa, de manera que alcancemos una solución pacífica».
Arias anticipó que las conversaciones se prolongarán por lo menos dos días en su casa en San José y que la agenda del encuentro abordará «todos los temas que dividen a las dos partes en Honduras».
Sin embargo, la negociación no se anticipa fácil, pues tanto Zelaya como Micheletti han dicho que se mantienen firmes en sus posiciones.
Zelaya dijo desde Washington que no hay nada que negociar, salvo planificar «el restablecimiento del orden democrático y del presidente depuesto».
«No estamos haciendo una negociación, hay cosas que no son negociables, por ejemplo la restitución del sistema presidencial (...) mal haría su servidor, como presidente de Honduras, de ir a negociar, no voy a traicionar ni mis principios ni los principios del pueblo que está saliendo a la calle en Honduras», insistió.
Por su parte, Micheletti subrayó que negociar no significa que las nuevas autoridades hondureñas vayan a permitir el regreso de Zelaya al poder.
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