Festival Verdad: once años de denuncia

María Inés Ochoa, de México, aplaudida por sus fans en el Festival Verdad.

Un perfil gigantesco de Monseñor Romero al costado derecho del escenario y la imagen de Katya Miranda, convertida en un icono de la falta de voluntad de administración de justicia en el país, daban la bienvenida.

La onceava edición del Festival Verdad reunió todo un concilio de voces estelares que se unieron éste sábado 5 de marzo para cantar a una sola voz con los salvadoreños y reclamar, durante nueve horas consecutivas, justicia para todas las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos durante el conflicto armado y cuyos crímenes siguen sin esclarecerse.

En palabras de Benjamín Cuéllar, Director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), el Festival Verdad nace “porque hace quince años la Comisión de la Verdad, por los Acuerdos de Paz, entre el FMLN y el Gobierno Salvadoreño, presentó su informe, que era el diagnóstico y medicina para una sociedad enferma”.

Entre algunas recomendaciones del Informe de la Comisión de la Verdad están: crear medidas para la reconstrucción nacional; recuperar la honorabilidad de las víctimas; repararles materialmente; hacerles un monumento y un reconocimiento público por parte del Estado de que eran personas dignas, así como la discusión amplia del informe de la Comisión de la Verdad; reconocer un Día Nacional para recordarlas y la creación de un foro, de lo cual el Estado Salvadoreño sigue siendo deudor.

“Inventaban cualquier cosa: que no había dinero para la reparación material. Pero más que costo económico lo que no les gustó fue el costo político, porque los grandes violadores de Derechos Humanos en éste país son los que siguen conduciéndolo y reconocer su responsabilidad era autoeliminarse” dice Cuéllar.

Luis Enrique Mejía Godoy, durante su presentación que fue todo un éxito en el Festival Verdad, en Honor a Katya Miranda.

Casos como el asesinato de los seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras, de Monseñor Romero, de las masacres perpetradas por el ejército en diversas zonas del país, y en la actualidad el no esclarecimiento de la muerte de Katya Miranda, fueron recordados por los cientos de personas que se concentraron en el estacionamiento de la UCA, desde las cuatro de la tarde.

Los teloneros fueron los nacionales Najufre, que dedicaron sus interpretaciones a la niña y a todas las víctimas de violencia en el país, la población respondió poco a poco y, sin ninguna prisa, colmó las instalaciones.

Al ritmo melódico y sencillo de la música latinoamericana continúo las interpretaciones el grupo Trova, y los asistentes no se quedaron atrás y disfrutaron las interpretaciones mientras entre canción y canción reclamaban ¡Katya! ¡justicia ya! a una sola voz

“Desde la UCA, que es tierra martirial, contribuimos a que la verdad no sea otra víctima más, o la principal víctima”, dice Cuéllar.

La participación de Exceso de Equipaje fue la que dio paso al desfile de voces internacionales como la de la hondureña Karla Lara, quien fue la voz principal del extinto grupo Cutumay Camones, o de los mexicanos Gavino Palomares, María Inés Ochoa y Ariosto, que deleitaron en conjunto durante más de dos horas a los asistentes.

Gavino Palomares, quien visitó por primera vez el país en los años ochenta, se refiere a la importancia del Festival Verdad. “La música, el arte siempre ha sido necesario para darse cuenta de cómo está el mundo, pero a veces es necesario un festival para que recordemos que vivimos en un mundo que no es precisamente para los seres humanos”, afirma.

Uno de los más esperados de la noche fue el nicaragüense Luis Enrique Mejía Godoy, cuyo telonero fue su colega Luis Pastor, los asistentes corearon sin cesar su famosa “Venancia”, aunque también hubo tiempo de más solemnidad cuando interpretó “¿Dónde estarán?” canción dedicada a todos los niños desaparecidos durante el reciente conflicto armado.

“No son extranjeros invitados, aquí no hay extranjeros, somos de una misma patria: América Latina”, explica Paulino Espinoza, del Centro Cultural de la UCA, al ser abordado sobre la cantidad de extranjeros que se están presentando.

La nota moderna la pusieron los roqueros nacionales Pashpak, los embajadores del hip hop chalateco Pescozada, el venezolano Alejandro Delgado y los panameños Pureza Natural, quienes a media noche hicieron que todos olvidaran el sueño y bailaran a ritmo de reggae fusionándose en un sentimiento de amor y de paz.

De esta forma concluyó el Festival Verdad 2008 denominado “Katya Justicia Ya”. “Queremos que la mayoría de gente pase de la indignación a la acción”, puntualiza Benjamín Cuéllar.